24 abril 2007

Con coletas

A veces una armadura rígida puede favorecer la libertad creativa. Hace tiempo hice una serie de dibujos sugeridos por unos alejandrinos escritos de manera automática, de ritmo fijo en cuanto a los acentos y que incluían una rima interna que los dividía en dos. Me gustan las niñas recoletas con coletas, y Parece que sólo me concentro mar adentro, aparecieron en mi pequeña antología Obras encogidas (Camaleón ediciones & Malasombra ediciones, 1997). Otro dibujo de esta serie se llamaba Te he visto tocando el clarinete en el retrete.
Una excusa como otra cualquiera para dibujar.