12 noviembre 2006
Viendo a Totoro
He encontrado este dibujo que hice en casa hace un par de años: Violaine, unos días antes de volverse a Lyon, absorta con una película de Miyazaki. Me gusta la calidez de trazo que da el lápiz.
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9 comentarios :
Muy bonito joaquin, muy bonito.
Nunca dejará de sorprenderme, verdad? Me encanta la soltura del trazo, el desparpajo...
Un saludo
¡Gracias!
Si se me permite la sobrada, eres el Jean Ingres del tebeo español. Que elegancia, leñe!!
Un recuerdo desde el eterno verano barcelonés.
Sí que te has pasao, Gustavo, nunca me habían comparado con Ingres...
Bueno, yo también hice un dibujo de un baño turco, pero nada que ver con el suyo, el mío está lleno de hombres enjabonados.
Me alegro un montón de que os haya gustado. Gracias a los cuatro por seguir pasándoos por aquí.
Me gusta mucho... se nota que el lápiz y tú sois uno.
Liliana, qué bonito tu comentario...
Es verdad que el lápiz tiene eso, es más fácil sentirlo como una prolongación natural de la mano, algo que uno puede sentir y controlar.
Al contrario que la tinta, que en mis dibujos siempre resulta ser una especie de traición al dibujo inicial.
Jojoojo, perdona por la sobrada, Joaquín. Pero no sé por qué te asocio a aquellos dibujos de trazo fino que hacía Ingres con esas figuras femeninas tan estilizadas y con ese puntillo de sensualidad.
Ya dejarás ver tu baño turco masculino!!
Muy buen blog!
Saludos!
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